Lunes IV de Cuaresma

Anda, tu hijo está curado
Jn 4, 43-54

Con humildad y confianza me pongo ante ti,
Señor, para pedir una fe más sólida.
Una fe como un grano de mostaza, frágil,
pero capaz de obtener grandes resultados.
Una fe capaz de mover la montaña
de dificultades que tengo que superar.
Una fe que me lleve a ver, más allá
del pesimismo, el mundo de la luz
y de la alegría a las que tú me llamas.
Una fe capaz de afrontar
los momentos de desánimo
y confiar siempre en
que tú estás conmigo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s